El apoyo es como una mano amiga, siempre ahí para sostenernos cuando más lo necesitamos. Imaginamos el apoyo como un cálido susurro que dice «no estás solo», un gesto de cariño que nos recuerda que siempre hay alguien dispuesta/o a escuchar y a compartir nuestras cargas. Es ese sentimiento de saber que, sin importar lo que pase, hay un hombro en el que podemos apoyarnos y un corazón que entiende el nuestro. Queremos que cada persona se sienta parte de una gran familia, donde el apoyo es incondicional y el cariño, infinito.
El Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD) es una Prestación Básica de los Servicios Sociales Comunitarios, de naturaleza pública, que se presta por las Administraciones Públicas en el ámbito del Sistema para la Autonomía y la Atención a la Dependencia.
Es un servicio global e integrador ya que considera todos los aspectos o circunstancias que inciden en las necesidades de las personas o unidades de convivencia, destinado a facilitar la relación de las personas con su red social. Se plantea, igualmente, con un objetivo transitorio, hasta conseguir los objetivos de autonomía propuestos, y un objetivo educativo, el de favorecer la adquisición y desarrollo de las capacidades y habilidades de la persona haciéndola agente de su propio cambio.